jueves, 5 de enero de 2017

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

En esta reseña os hablaré un poquito de uno de mis libros favoritos de 2016: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas. Aunque tengo muchos otros libros de los que hablar aprovecho para contaros cositas de éste ahora que han llevado la novela al cine. La escritora es Laura Norton, un seudónimo tras el que se oculta una escritora española que ha conseguido afianzarse en el mundo de la literatura. Con No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, publicado por la editorial Espasa, logró el apoyo y el cariño de muchos lectores, afianzándose después con su segunda obra Gente que viene y bah (de la que os hablaré próximamente), que poco tiene que envidiar a su primera novela. Ahora en 2017 ha presentado su siguiente obra, la segunda de su saga del Karma, que se titula Ante todo, mucho karma. Deseando estoy de poder hacerme con este libro nuevo ya que los dos de Laura Norton son desternillantes y muy muy entretenidos.



SINOPSIS:

Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.
¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo? Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.
Te podríamos contar con más o menos gracias de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?, que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos...
Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver....
Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.

FRAGMENTO DEL LIBRO:

Nos sentamos en la mesa. Y mi madre sacó algún tema absurdo de conversación. Yo ya estaba temiendo que se alargara hasta los postres, así que mire en un par de ocasiones a mi hermana, animándola a hablar. Cuanto antes saliéramos de esta nebulosa de palabras vacías de mi madre, mejor.
-Tengo que anunciaros algo. -Dijo Lu por fin. -Papá, mamá, me caso.
-Ah, muy bien hija mía. Arturo, pásame la carne.
Mi madre ni por un instante se lo iba a tomar en serio, algo que frustró muchísimo a Lu.
-Me caso. Dentro de dos meses.
-¿Y con qué novio imaginario te casas? -preguntó mi madre, siguiéndole a medias la corriente. -Porque digo yo que cuando una anuncia que se casa lo suele hacer con el novio delante.
Mi madre estaba tan acostumbrada a los disparates de Lu que no quería caer en su juego.
-Es que me parecía muy violento traerlo a casa precisamente hoy, dar la noticia y soltarle a los leones. Pero ya le conoceréis.
Mi madre me miró, como interrogándome. ¿Algo de lo que decía Lu era verdad?
-Y no, no estoy embarazada, tranquilos.
-Míranos, si estamos tranquilísimos, ¿a que sí Arturo?
Mi padre no había abierto la boca. Solo comía. A desgana, pero comía.
-Arturo, ¿vas a decir algo? -insistió mi madre.
De repente a mi padre le empezó a temblar la mano con la que sujetaba el cuchillo de sierra de cortar carne y acabó dejándolo sobre la mesa entre temblores. Yo lo miré preocupada. ¿Estaba enfermo? ¿Estaba enfermo y nos lo ocultaba? ¿Parkinson? Pero ¿no era muy joven para tener esa enfermedad? Claro que Michael J. Fox no debía tener ni treinta cuando se la diagnosticaron. Mi padre enfermo con Parkinson, y yo ya me imaginaba visitándolo en una residencia, ayudándolo con la sola porque él solo no podía apañarse con la cuchara. Ay, que pena más grande.
-Papa, ¿estás bien?
Y de pronto, de la nada y como un torrente incontrolable comenzó a llorar. Pero a llorar como un niño pequeño que acaba de perder a sus padres en un centro comercial, a llorar de manera desconsolada, entre hipidos y movimientos convulsos de caveza.
-Papa, ¿qué pasa? -dije mientras miraba a mi hermana queriéndole echar en cara algo de lo que no estaba segura que tuviera culpa. -Mira lo que has conseguido.
-¿Yo? Pero... Joder... si tampoco es para tanto, ¿no?
-Arturo, por favor, tengamos la fiesta en paz. Dijimos que no íbamos a montar una escenita, y menos delante de las niñas
-¿Qué está pasando?
Yo no entendía nada. Pero estaba claro que no debía de tener que ver con el anuncio de boda de mi hermana.
-Que me alegro mucho por ti hija. Que una boda siempre es motivo de alegría. -consiguió decir mi padre entre balbuceos. -Aunque luego las cosas no salgan como imaginabas y te lleves más de una sorpresa...
-Arturo, por favor. -Mi madre intentaba contener su rabia y de paso contenerle a él. -Que no es el momento ni el lugar.
-Pero, ¿me vais a explicar qué está pasando? -pregunté yo a punto de perder la paciencia, los nervios y la compostura. Todo me estaba sonando a chino, porque además en casa no éramos nada dados al melodrama, al menos mis padres no lo eran, y no conseguía entender a qué venía todo aquello.
-¿Ves? Ya has asustado a Sara. -Mi madre intentó tranquilizarme. -No es nada, cosas de tu padre y mías.
-¿Nada? ¿Nada? -preguntó él con indignación y mucha retórica.
-Arturo... -Mi madre hacía esfuerzos inútiles por contener a mi padre, pero era como intentar tapar con un corcho la fisura de una presa. Él estaba rojo de ira, y arrasado por las lágrimas.
-¿Que lleves dos años acostándote con otro entra en la categoría de nada?



RESEÑA:

Toca hablar un poquillo de este libro que me leí, más o menos, el verano pasado. Esta es la primera novela de Laura Norton, como ya he dicho, pero yo, no contento con el orden normal de las cosas, me lo leí después de haberme leído Gente que viene y bah. Tengo que decir que no venía con expectativas muy altas después de haberme leído el otro libro de Laura. No esperaba que este libro consiguiese hacérmelo pasar tan bien como el segundo. Me equivocaba. No podía dejar de leer. No podía dejar de reír. No podía parar. Es una obra tan bien escrita y con tanta riqueza en el lenguaje que te atrapa en las diez primeras páginas. Vemos como la vida de Sara gira y gira, y no para de dar cambios, siendo cada vez más rara, extraña y desternillante. La historia de Sara es una de esas combinaciones imposibles entre ficción y realidad. Aquella historia que un amigo o un familiar te cuenta porque le ha llegado de oídas y en la que piensas, vale está exagerando, pero que en un momento dado te puede ocurrir a ti perfectamente. Es un continuo ir y venir de calamidades que no ves ni por donde vienen y que tienes que intentar resolver en algunas ocasiones de manera bastante extraña. 
Un amor imposible, una traición, el choque de opiniones, la desesperación por el trabajo. Todo esto está presente en esta obra, y giran y se combinan entre sí dando situaciones surrealistas dentro de una realidad apabullante
La obra es una historia actual de una chica de 27 años (Sara) que decide hacerse plumista siguiendo un sueño que ya había dado por olvidado. Abandona sus estudios y su vida para pedirle a su padre el antiguo local en el que trabajaba su abuela y así dedicarse al mundo de las plumas. Todo va bien, Sara consigue sacar sus primeras piezas y todo va sobre ruedas, hasta que un día las cosas se tuercen. Por la puerta aparece su hermana pidiendo que sea ella la que confeccione su vestido de novia, porque, es verdad, se casa. Y con alguien bastante especial. Por si eso no fuera poco, nos enteramos que la relación de sus padres no es lo que era, por lo que su padre se va a vivir con ella. Y ya que su madre no apoya la boda de su hija, ¿qué mejor sitio en el que vivir que en casa de su hermana? ¿Y por qué no traer a mi prometido a vivir con ella? Todo esto mientras Roberto, el novio de Sara, que está viviendo en París, consigue unos días para volver a España y estar con ella. Ah, y con un desfile en el que va a dar a conocer sus diseños a la vuelta de la esquina. ¿Qué podría salir mal?
La novela se sitúa en Madrid y, si eres de aquí como yo, la descripción de los lugares y entornos es completamente fiel con la realidad, lo que hace que la novela se viva con aún más realismo, llegando a ver los sitios en tu mente.
La historia no es lineal, hay continuos saltos en el tiempo que hacen que el libro sea aún más entretenido de leer, porque todos ellos no son aleatorios. La historia es contada en primera persona por la protagonista, y, desde el interior de su cabeza, nos cuenta su vida. Por lo tanto, dejándonos llevar por su mente, sus recuerdos e imaginación, en ocasiones estamos viviendo la realidad a tiempo real, otras veces estamos viendo historias y situaciones pasadas, y en otras ocasiones nos imaginamos esas historias como si en algún momento fuesen a ocurrir. Esta riqueza de pensamiento, esta forma de hacer que vivamos sus emociones e ideas, e incluso el diálogo interno que tiene Sara consigo mismo, hace que no podamos parar de reír y disfrutemos viviendo la vida de una persona cuyo destino le tiene asegurada bastantes calamidades.
Este libro es perfecto para desconectar. Para hacer desaparecer los problemas. Recomendaría leerlo en momentos de estrés, ya que las risas están aseguradas. Te ayuda a relajarte y a dejar de lado tus problemas para meterte de lleno en los problemas de Sara, viendo que hasta las situaciones más extrañas se terminan resolviendo con mucha imaginación y con ganas de que se resuelvan.

PERSONAJES:

Sara: Es una chica de 27 años. Estudia unas oposiciones y tiene a su lado a Roberto, con el que lleva saliendo ya algunos años. Sara es feliz, pero no está completa. Por lo tanto decide dejar atrás el convencionalismo y perseguir sus sueños: abrir una tienda de plumas. Y como en esta vida nada es como debe de ser, los problemas aparecen nada más consigue poner en práctica sus ilusiones. Sara es una chica real. Como cualquier persona real. Con sus problemas, sus preocupaciones y sus necesidades. Ni optimista ni pesimista. Simplemente alguien que diariamente se tiene que enfrentar al mundo y a sus inconvenientes, haciéndolo lo mejor que puede.
Roberto: Es el novio de Sara. Todo va bien. Su relación con ésta va como la seda. Pero un día las cosas cambian. Roberto, arquitecto, recibe un día una noticia que hará que su vida cambie de la noche a la llamada. Se tiene que ir un año a París ya que ha sido contratado por una agencia parisina. Intentará llevar su relación con Sara desde la distancia, pero, pese a que la quiere, estas cosas son complicadas, y tendrán que pelear contra el obstáculo que es la distancia.

Lu: Es la hermana pequeña de Sara. Aunque sólo tiene 19 años, desde una edad un poco temprana es descubierta para el mundo de la moda, convirtiéndose muy pronto en una estrella de las pasarelas. En un mundo de lujo y famosos, un día conoce a Aarón, del que se enamora perdidamente, decidiendo comprometerse con él a los pocos meses de relación, pese a que éste le saca casi 10 años. Pero el amor todo lo mueve.

Aarón: Es el cantante de una conocida banda de rock que un día conoce a Lu, una modelo bastante famosa, y de la que se queda completamente pillado. Una vez se comprometen, éste decide irse a vivir con ella al piso de la hermana de ésta. Qué sorpresa cuando descubre que la hermana de Lu resulta ser Sara, una antigua compañera de instituto. Aquella que resolvió una obra de teatro en la que él participaba cantando con su banda, llenando todo el escenario con plumas. 

Arturo: Es el padre de Sara y de Lu. Una vez que descubre que la relación con su mujer es una sarta de mentiras, decide irse de casa e irse a vivir con su hija al piso de su madre. Aquí intentará recomponerse de una ruptura muy dura para él e intentará ayudar a su hija en todo lo posible, aunque no siempre con los mejores resultados.


Aunque no he visto aún la película, tengo que decir que tiene muy buena pinta y que tengo muchas ganas de hacerlo. Por lo que he visto es muy fiel al libro y va a conseguir arrancarte más de una carcajada.

Así que espero que os haya gustado la reseña y os animéis a leer este libro porque vale mucho mucho la pena.
Como innovación vamos a meter una puntuación a los libros libros del uno al cinco con nuestra opinión (siendo los corazones más pequeños medio punto).
Un besito y no olvidéis de darle a seguir.
Iván.


2 comentarios:

  1. Pues habrá que ver la película entonces, no?
    Por cierto qué buena idea la de los corazones jejeje

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  2. No me gusta por que no demuestra compañerismo

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